The People of Gibraltar
1863 - Francisco Tubino - Gibraltar ante la Historia

Francisco Maria Tubino y Oliva was born in Seville in 1833. He was a journalist, a historian, and an archaeologist. Best known as a politician he was a staunch supporter of Spanish federalism. His book - Gibraltar ante la Historia, La Diplomacia y la Política - is essentially a sustained argument in favour of the return of the colony to its rightful place - Spain.


Francisco Maria Tubino

Most of the book is given over to history, the latter part to the polemics of the treaty of Utrecht and other well worn arguments. The beginning, however, is an overview of Gibraltar and its population as he saw it during the middle of the nineteenth century. As such this particular section is worth reading as it tends to be as one sided as contemporary English commentaries. One needs only to read Tubino's opening salvo to appreciate exactly where he is coming from.

Y siempre, como sombra maldecida,
Mi pensamiento por do quiera te halla
Bajo el robusto Calpe guarnecida
Del ancho mar incontestable valla.
Bello y Chacon

Inglaterra se apodero del peñón de Gibraltar cuando no estaba en guerra expresamente con España, y lo retiene contra todos los códigos de moral.
Mr. Bright

Retener a Gibraltar solo porque hiere el orgullo español. es indigno de una nación civilizada
La Revista de Londres

Yo creo, como otros muchos, que la alianza inglesa es la mas útil y beneficiosa a España, porque Inglaterra no puede ser conquistadora ni tener asechanzas a nuestra independencia; peo esta alianza no puede arraigarse mientras el pabellón británico ondee en nuestro suelo, y mientras sus cañones apunten a nuestros rostros.
Montero - Historia de Gibraltar

What follows is a lengthy preamble on the geology and geography of Gibraltar, its military defences and its main features - the Galleries, la Gran Batería, el Baluarte de Montague, 'Black Mouth or the Rock's Gun', el Atcho, San Miguel, 'Rosia Bay' Europa and so forth. South Port Gate is curiously referred to as La Nueva. All of which leads nicely into a short description of the town and its people.

Tiene la Ciudad unos seis mil pies de longitud y está atravesada por una gran vía designada con el nombre de 'Main Street' por los dominadores y con el de Calle Real por los españoles. Ella es el centro del comercio y de la animación durante el día encontrándose en el gentío que la inunda representantes de todas las razas y naciones comerciales.

Gibraltar carece de monumentos. La Iglesia Católica, La Bolsa, La Biblioteca militar, el Palacio del Gobernador ('the Convent') los pabellones y cuarteles son buenos edificios, sólidos, cómodos pero fríos, sin nada que revele el sentimiento del arte. El Castillo Árabe que los Españoles ocupaban se conserva, modificado en parte. Sirve de prisión civil y de morada a las familias de los oficiales de artillería que están casados.

Bonitos paseos cubren las laderas del monte, y el espacio que media entre la ciudad y Europa, dando vista al mar . . . Y a pesar de todo, el aspecto de Gibraltar es triste y monótono.. . . El vecindario de Gibraltar tan abigarrado como heterogéneo ascendia en 1859 a ddiez y ocho mil quinientos habitantes, repartidos del modo siguiente:

Católicos . . . . . . . . 15500
Judíos . . . . . . . . . . . 2050
Protestantes . . . . . .  900
Moros . . . . . . . . . . . . 50

De estos, once mil quinientos son naturales de la plaza, tres mil quinientos españoles, dos mil italianos y el resto pertenece a distintas naciones.


Gibraltar ( 1860s - Samuel Coleman )

Much as I would like to argue to the contrary, his point on Gibraltar being a sad looking place may have been apt. Tubino came from Seville - a lively and thoroughly beautiful city and the epitome of what Spain should look like to any outsider. Gibraltar's problem was a perennial one - the pragmatism of its military engineers took precedence over aesthetics - and in any case English tastes in architecture and style were never really suited for what was essentially a Mediterranean town.

La Colonia, llamada 'the Garrison' (la guarnición) por los ingleses, está sujeta al mando de un gobernador militar de la clase de generales, que reasume casi todos los poderes, obrando dentro del circulo que le trazan leyes especiales y su criterio. No se conocen los derechos políticos en ninguna escala, pues ni aun se permite lo publicación de periódicos. Una se conoce titulado La Crónica de Gibraltar redactada en el idioma de los ocupantes. Se limita a dar noticias y reproducir las disposiciones oficiales de las autoridades.

El domicilio es un asilo inviolable. La libertad de comercio omnímoda. Administrase la justicia por un tribunal compuesto de un juez y de un fiscal, ambos letrados, en unión con un jurado de diez y nueve miembros.. . . son jurados todos los cabezas de familia.. . . La policía está a cargo de un magistrado con los inspectores necesarios; aquel interviene en cuanto pueda interesar a la colonia bajo la suprema dirección del Gobierno.

Existe la libertad de cultos. Al católico pertenece la iglesia principal; los protestantes, los presbiterianos y los metodistas tienen también templos; los judíos cuatro sinagogas. Para los asuntos comerciales se conoce una junta denominada 'Exchange Committee' que dirime las quistiones sin carácter alguno oficial.

Hablando con propiedad no existe presupuesto municipal. Las atenciones urbanas, como son la limpieza, el alumbrado, el piso de las calles, o se ejecutan por los presidiarios o por empresas particulares que se entienden con los funcionarios superiores.

La Colonia paga impuestos sobre la propiedad territorial y los establecimientos de comercio o industria. También paga un crecido derecho sobre vinos y licores . . Con el producto de estas rentas . . . se abonan sus enorme sueldos al Gobernador, tribunal de justicia y policía. . . . todo por supuesto . . sin que los vecinos tengan derecho a conocer la inversión que se da a lo recaudable.

Definitely a case of plenty of taxation and no representation - even with the benefits of Gibraltar's continuing free port status. Political freedom was sacrificed - up to a point for the possibility of economic freedom. As regards culture . . . .

En Gibraltar no hay costumbres, ni espíritu público, ni tradiciones. La variedad de su población hace que todos se consideren como transeúntes. Allí no se ama más que el hogar, pues la vida exterior no tiene ni aliciente ni inspira cariño. Cada uno vive para sí procurando tener un buen balance al fin de año pues casi la totalidad del vecindario se dedica al comercio.

Desconócese la sociedad organizada como en Francia o en España. Cada clase mira con desdén a las demás y no sale de su círculo. Todos son orgullos, todas pretensiones insostenibles ante la buena razón. El elemento militar impera sobre todo. Siquen los empleados; un polizonte es un hombre importante, un simple inspector una eminencia. Unos y otros tratan a los paisanos (civilians) con bastante despegue. 


'El elemento militar impera sobre todo' - Inspection of troops at North front on Queen Victoria's birthday                  ( 1854 Illustrated London News )

La oficialidad vive separad de todo trato intimo con los naturales, y se ocupa de sus ejercicios y diversiones en las que gasta sumas inmensas. Los judíos son mirados con el mas insigne desprecio. Todos se consideran autorizados para maltratarlos de obra o de palabra. . . La población española no es la más recomendable, pues forman en ella personas de malos antecedentes que se han refugiado con sus faltas o sus crímenes en la Colonia. El ciudadano de cada uno consiste en respetar a los demás . . .

Añádase a este deber el de agenciar mucho para disfrutarlo con los suyos y no contrariar en lo más mínimo la suprema voluntad del gobernador, del juez o del magistrado que son las lumbreras de la Colonia. Reina una completa tranquilidad. No se cometen crímenes . . La prostitución no tiene límites. Por todas partes se exhibe con insultante descaro . . el uso de la bebida está muy desarrollada y los asesinos y ladrones se media España buscan allí asilo.

This sustained diatribe does not quite ring true. The Governor in 1863 was the rather bland and innocuous Sir William Codrington. However it is possible that Tubino was referring to Gibraltar in the 1850s or thereabouts in which case the Governor would have been the anything but innocuous Sir Robert Gardiner, a man who had an innate dislike of the local population of the Rock. Ironically and as described in another chapter, the locals took him on . . and won, which does not quite fit in with Tubino's analysis of an utterly subservient population.


Sir William Codrington ( Unknown )


Sir William Gardiner ( 1850s - William Salter )

Nevertheless it does have an element of truth to it. During the entire 18th and 19th century, the civilian population of Gibraltar - and not just those Spaniards which Tubino picks out for special treatment - were largely invisible to just about every British visitor on the Rock. Tubino's Spanish perspective offers us several reasons for this that might not be far off the mark. His comments on the effects on the demise of smuggling during the late 19th century are also interesting.

Los contrabandistas y jaramperos de Andalucía y Murcia que tenían en Gibraltar sus guaridas, han venido a una completa ruina. Las rebajas introducidas en aranceles, el progreso de la industria española y la mejor organización del resguardo de mar y tierra han traído este beneficio. . . En la frontera española se ha establecido una aduana . . .

La perniciosa influencia de esta Colonia . . . alcanza a los pueblos del Campo, especialmente a Algeciras, San Roque y La Línea, puntos donde la industria es casi desconocida, habiendo vivido sus habitantes muchos años dedicado al contrabando, foco de inmoralidades y otros males. Hoy . . reina la más espantosa decadencia . . viéndose sus naturales obligados a emigrar . . en busca de pan y de trabajo. San Roque, donde moralmente residía la ciudad de Gibraltar, que no tiene más que su agricultura, y está bastante reducida, ha sufrido más que Algeciras . .

Another factor not mentioned by Tubino which also contributed to the decline in smuggling was the decision to make Cadiz a free port. As mentioned by Henry D. Inglis this had 'proved ruinous to the interests of Gibraltar.' LINK

Generally Tubino is worth the read as he offers an antidote to the insistently English viewpoint of the home country visitors. Whether he actually disliked the British or not is a moot point. I suspect he actually admired them - but was convinced - as were the majority of Spanish intellectuals of the day - that Britain should do the honourable thing and return the Rock to the country they sincerely believed it belonged to.

Whether those who actually inhabited the place were in favour of such a move or otherwise never came into the argument. Tubino was no exception in this respect. On the other hand his political convictions would probably have convinced him that most Gibraltarians would actually have benefitted if the Rock was ever returned to a Federal Spain.